I
Un gran dolor en el pecho
sentimos los de Sportivo,
porque se nos fue el amigo
sin razón y sin derecho.
Ya no tranqueara aquel trecho
desde su casa hasta el club.
Nadie tendrá la virtud
de estar feriado y domingos
como vos lo hiciste Mingo
tras de la barra del club
II
40 años al servicio
parecen mucho y no es nada,
formador de mil jornadas
para él, sin sacrificios
nadie conocía ese oficio
Pero el destino es tan cruel
que para el club era tan fiel
que lo digo sin cachaza
lo amaba más que a su casa
Y daba el alma por el.
III
Ya no estarán las picadas
en la manga les prevengo
ni aquel asado al chulengo
con la carne acaparrada
ni bebida adulterada
ni el humito de la olla
que con su olor desarrolla
el sabor del contenido
ni el famoso dulce de higos
ni los bifes con cebolla
IV
Ya no habrá más resquemores
por su partido político
ni sufrirá como un chico
por el club de sus amores
tanto quería a esos colores
que a él tanto lo representan
que mi memoria se aumenta
y ahora me vengo a acordar
de esa tos tan singular
cuando le pedías la cuenta.
V
Todo paulatinamente
va quedando en el olvido
pero a vos Mingo querido
te evocamos permanente.
Y le digo a los presentes
que esto a nadie lo asombre
debemos honrar al hombre
con una justa actitud
que la cantina del club
lleve por siempre su nombre
Autor: Alberto Fiscella